Albert Camus (filósofo, novelista y portero francés) explicaba cómo su moral nacía de dos grandes aficiones: el teatro y el fútbol. A ambas tareas colectivas las elevaba a la categoría de universidad personal, porque le habían enseñado los valores del esfuerzo compartido y el sentimiento de pertenencia. Decía: "Todo lo que sé con seguridad acerca de la moralidad y las obligaciones se lo debo al fútbol"

viernes, 8 de mayo de 2009

Un ejemplo


"Iniesta, ese jugador paliducho que no lleva pendientes, que no luce tatuajes, que no rueda anuncios, que juega donde le ponen y siempre lo hace bien, el que no da titulares ni abre portadas, el que nunca la mete, esta vez la reventó".

Noticia completa aquí (La Tribuna de Albacete)

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