Resumen de la temporada de liga

Antes de entrar en la vorágine de los torneos pre-veraniegos, podemos hacer un examen con perspectiva de lo que ha sido la temporada oficial.

Es indudable que la clasificación final (sextos de catorce, 14 partidos ganados, 2 empatados y 10 perdidos; 130 goles a favor y 93 en contra) resulta más que aceptable, teniendo en cuenta la edad (alevines de primer año) y envergadura media de nuestros chavales; las individualidades de este equipo gravitan más sobre el aspecto técnico (toque inteligente, desmarques, cariño al balón, visión de juego)que sobre el físico.

Por eso hemos tenido problemas en los partidos en que (porque no nos han dejado, porque no hemos sabido hacer otra cosa, o porque las ansias no nos lo permitían y al final el desmierde) nos hemos visto obligados a jugar al patadón. (Decía Brian Clough, lamentándose por el estilo de juego conocido como 'balones en largo' que "si Dios hubiera querido que jugáramos en el cielo, hubiera puesto hierba allí").

Pero entre uno y otro extremo, creo que esta temporada ha demostrado que el juego bonito y técnico no sólo no tiene que estar reñido, sino que ha de sustentarse en la presión, la pelea y la actitud-concentración defensiva (desde el portero hasta el punta) cuando no tenemos el balón.

Y la falta de ese convencimiento (a pesar de la insistencia al respecto del entrenador) es lo que nos ha hecho perder algunos partidos que nunca debían haberse escapado; porque creo que la mayoría de nuestras derrotas han sido más por nuestra culpa que por méritos del rival.

Luego podríamos hablar de jugarretas arbitrales (que este año han sido demasiado reiteradas, nos han tocado algunos más cegatos que Pepeleches), de fallos concretos en una jugada determinada, o de mala suerte con las bajas por lesión; pero esas circunstancias se dan siempre en el fútbol, a todos los niveles, y hemos de convivir con ellas mientras nos dediquemos a esto y no al parchís.

En fin, creo que como conclusiones de esta temporada (y enseñanzas para la siguiente) podemos sacar las siguientes:

• Contamos con un entrenador excepcional, que conoce perfectamente a los chicos y sabe cómo sacar lo mejor de ellos.
• Nuestros chavales tienen técnica y sabiduría futbolística de sobra para su edad: colocación y contundencia en la defensa, toque y técnica depurada en la media, y rapidez y efectividad delante.
• Pero han de ser conscientes de que el fútbol (y más cuando se alcanza cierto nivel) no es sólo tocar, desmarcarse y golear, sino también mentalización, capacidad de sacrificio, y concentración desde el primer al último minuto.

Con la combinación de estas tres circunstancias creo que el año que viene (ya siendo de segundo año) podremos ver buen fútbol a cascoporro y disfrutar todos, padres y chavales, de la próxima temporada.

Cambio de tercio:

En un equipo de fútbol los goleadores, los "pichichis", no son sólo aquéllos a los que se les adjudica el gol.

Intervienen muchos factores hasta que la bola llega a la red: el inicio de la jugada desde la defensa o la portería propias, el robo de balón de un compañero, la asistencia de otro, la presión de éste, la creación de espacios o huecos de aquél, el nivel o calidad del equipo rival...

A la hora de "contabilizar" goles influyen también: los partidos en los que se ha participado, los minutos efectivamente jugados, la posición que se ha ocupado...

Y, por último, no tendrían igual "valor" definitivo-práctico tres goles en un partido ganado (o perdido) por goleada, que uno en el que se consiga la victoria por la mínima.

Sin embargo, y aun con todo ello, lo cierto es que los goles son la salsa del fútbol, y que su número es el dato "contabilizable" por excelencia.

Por tanto, sin olvidar lo antes indicado, y teniendo en cuenta lo que decía Di Stefano (ningún jugador es tan bueno como todos juntos), así como la frase aquélla de "las estadísticas producen la misma impresión que las minifaldas: muestran lo atractivo, pero ocultan lo vital", aquí tenéis este gráfico de goleadores resumen de la temporada de liga (¡enhorabuena, Pablito!):

 Por último, procede un pequeño homenaje a nuestros héroes (dadle a "play"):