Albert Camus (filósofo, novelista y portero francés) explicaba cómo su moral nacía de dos grandes aficiones: el teatro y el fútbol. A ambas tareas colectivas las elevaba a la categoría de universidad personal, porque le habían enseñado los valores del esfuerzo compartido y el sentimiento de pertenencia. Decía: "Todo lo que sé con seguridad acerca de la moralidad y las obligaciones se lo debo al fútbol"

domingo, 28 de febrero de 2010

17ª Jornada: Ciutat de Valencia, 4 - Cracks, 4



Ficha: Pablo C, Nacho C, Carlos Mu, Nacho G, David, Luis (4), Alberto, Javi N, Vicente (c), Alex, Emilio, Pablo V.

"La clave"

Habiamos aprendido a ganar, habiamos aprendido a perder, y hoy hemos aprendido a empatar, que tampoco es fácil, ya que si nos atenemos al simil de la botella medio vacia o medio llena, con el empate nos pasa más bien lo mismo: lo podemos dar como bueno según se han desarrollado las circunstancias del partido.

Para mí, el empate ha sabido a amargo: pienso que el partido era nuestro, los chavales la estaban tocando bien. Quizás momentos de falta de concentracion es lo que nos han llevado al empate, por tanto, segunda asignatura pendiente en el dia de hoy: "CONCENTRACION" (no podemos celebrar un gol y 15 segundos despues  meternos otro): ahí ha estado la clave del partido, con el 3-3 seguro, sin el gol encajado, nos hubieramos ido arriba y hecho con la victoria.


Pero... como he oido por los pasillos del vestuario, el "futbol es asi", "grande" y "espectacular" como ningun otro deporte.

Chavales: la "garra" hay que sacarla cuando hace falta, y la sacais... pero la inteligencia y la alerta deben de estar presentes tanto en el primer como en el segundo tiempo.


Ah, por cierto, muchos de mis pesadisimos consejos futbolisticos se pueden aplicar en el colegio, en casa, en la vida misma, etc... pero no me malinterpreteis, no soy el "pater" del equipo.


Un saludo a todos

Jesus


Aun a riesgo de parecer "pepesentències" me permito añadir unos comentarios a la perfecta crónica de Jesús, no tan centrados en cuestiones tácticas, pero relacionados con lo que se vio el pasado sábado.

Todos sabemos que lo más importante que los chavales pueden aprender gracias al fútbol no son los goles, la clasificación o las victorias, sino que se trata de adquirir (gracias a un deporte divertido que, además, se practica con amigos) determinadas virtudes (competencias, que dicen ahora) necesarias para la vida que les espera en cuanto crezcan un poco más, si no ya mismo.

En fin, que el fútbol no sólo sirve para divertirse (que también) sino para educarse y formarse. Y opino que en este equipo, gracias a la ayuda de todos (entrenador, madres, padres y los propios chavales), se está consiguiendo ese objetivo.

El caso es que el sábado pensaba yo que si los nombres con los que se "bautizan" ciertos equipos son de por sí absurdamente autocomplacientes, esos apelativos pasan de ser un simple bobada a quedar en ridículo cuando sus componentes no se comportan en el campo, quizás porque nadie les inculca lo sustancial de la práctica de un deporte.

El fútbol no es para cagalástimas, pamplineros ni "nenazas" (con todos los respetos para las chicas futbolistas), pero tampoco debería serlo para gente que se dedica a otras cosas.

Pues eso, que aunque no tengamos un equipo de nombre rimbombante a la par que ridículo, nuestros chavales SÍ saben qué es jugar al fútbol.

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