Hace unos meses, concretamente en noviembre pasado, publiqué una entrada (AQUÍ) en la que pretendía reconocer el aprendizaje y progresión de dos de los jugadores de nuestro equipo.
Decía entonces que "no se trata sólo de hacerlo bien, o lo mejor posible, sino, además, notar que con los entrenamientos, los partidos, las enseñanzas de los sucesivos entrenadores y el apoyo de los compañeros uno aprende, progresa, crece en su juego y se hace más futbolista".
Pues bien, hoy me permitiréis que deje constancia y homenaje hacia Diego, cuya progresión en este equipo ha sido más que notable sólo ya en esta temporada; se reincorporó al equipo a sabiendas de lo difícil que podía tener su titularidad e incluso su participación con regularidad, y a pesar de ello, a base de trabajo, generosidad y honradez, se ha ganado a ojos de muchos un puesto importante en el grupo, futbolísticamente hablando.
Es el tipo de jugador que, sin aspavientos, sin florituras, y desde la sencillez, la disciplina y la humildad, aporta al equipo un trabajo callado pero importantísimo, el tipo de jugador que a todo entrenador le gusta tener en su equipo. En ese sentido, creo que es un ejemplo para todo el grupo.
Sin embargo y con todo, mucho más importante que todo eso es que Diego es, como ya he dicho en alguna ocasión, un tipo estupendo.
Gracias por el homenaje.
ResponderEliminarEl papi.