Albert Camus (filósofo, novelista y portero francés) explicaba cómo su moral nacía de dos grandes aficiones: el teatro y el fútbol. A ambas tareas colectivas las elevaba a la categoría de universidad personal, porque le habían enseñado los valores del esfuerzo compartido y el sentimiento de pertenencia. Decía: "Todo lo que sé con seguridad acerca de la moralidad y las obligaciones se lo debo al fútbol"

martes, 14 de abril de 2015

21ª Jornada: Colegio Alemán, 0 - Ciutat de València, 5

Ficha: Nacho, Adrián, Vicente F, Diego, Vicente B (1), Carlos E, Álex (1), Rubén, Emilio, Pablo (2), David (1), Kike, Vicente M, Dani, Sento, Carlos S.







LA CRÓNICA DE JESÚS



“Colegio Alemán, Alboraya y Jucar: presente, pasado y futuro”

En los últimos lances del partido, y comentándolo con Jose A., nos dimos cuenta de que los chicos se sentían muy a gusto, como equipo visitante, en el campo; era como estar en su propio terreno de juego: desde luego las características del mismo y el entorno eran muy parecidas.

En cuanto al resultado nada que objetar: era lo previsible. Yo particularmente tenía las mismas sensaciones de victoria que contra el Alboraya. Y es que sigo pensando que aquel partido era nuestro y se nos escapó; no quiero ahondar más, pero lo que vengo a decir es que con la misma facilidad que hemos perforado hoy la portería a los alemanes, en terreno “seco” aquel día posiblemente hubiéramos acabado en una victoria a nuestro favor. Creo que algo no terrenal  —la Virgen, Buda o Al´—  ha ayudado al equipo “chufero”, y ese día tenía que llover para que nosotros no hiciéramos “bien” el partido más importante de la temporada.

Ahora solo queda pensar en el partido contra el Júcar, ganarlo igual de bien y con contundencia, y hacer subir a este bendito club del Sr. Rodrigo Díaz De Vivar a una plaza en primera regional, haciendo constar que hemos dejado la categoría conforme nos la dejaron a nosotros, cosa que nos tiene que honrar, cuando otros la perdieron y no pudieron recuperarla.

Por otro lado, está bien observar lo bueno que tienen los equipos que se enfrentan a nosotros y, en este caso, los dos pequeñitos del colegio alemán lo hacían muy bien, siempre sujetando el balón y levantando la cabeza para intentar en todo momento ejecutar un buen pase; la lástima de todo esto es que en el fútbol manda también la fuerza, y nosotros somos, tal cual, más fuertes: por muy “tocones” que fueran, los nuestros dominaban en fuerza, y en muchas ocasiones también en toque, y eso decantó el resultado final.


Sal U2
Jesús

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