Albert Camus (filósofo, novelista y portero francés) explicaba cómo su moral nacía de dos grandes aficiones: el teatro y el fútbol. A ambas tareas colectivas las elevaba a la categoría de universidad personal, porque le habían enseñado los valores del esfuerzo compartido y el sentimiento de pertenencia. Decía: "Todo lo que sé con seguridad acerca de la moralidad y las obligaciones se lo debo al fútbol"

sábado, 6 de marzo de 2010

18ª Jornada: Valencia CF, 3 - Ciutat de Valencia, 2


Ficha: Luis, Nacho G (c), Emilio, Javi N, Alex, Carlos Mu (1), Álvaro, Carlos Mo, Javi F, Vicente (1), Alberto, David.


A ver qué me sale de crónica, hoy que no cuento con Jesús.

Lo primero, y antes que nada, hay que decir que hoy el equipo no ha tenido un día muy fino, como siempre que no practica su juego característico, toque y toque. Prueba de ello es que sus mejores momentos han estado precisamente cuando han podido jugar como de verdad saben.

Dicho eso, se han dado una serie de factores que de ningún modo cabe considerar como excusa, pero que  -en mayor o menor medida-  han influido en la derrota de hoy:

- Un campo excesivamente corto, donde el balón corría muy rápido.
- Un par o tres de lo que se suelen llamar jugadas "desgraciadas", que han propiciado goles del contrario.
- Un par de decisiones arbitrales que podían haber cambiado el curso del partido...
- Unos diez minutos más que hubiera durado el encuentro...

En fin, todas estas circunstancias que, por sí solas, serían "superables", al conjuntarse y unirse al hecho de que  -repito-  no ha sido nuestro mejor partido, han propiciado la derrota ante un rival al que damos la enhorabuena, pero que  tampoco ha sido nada del otro mundo.

Nos queda el consuelo (a los que creemos en la belleza del fútbol) de que los dos nuestros han sido unos golazos, y los de ellos... bueno, los de ellos han sido tres que, incluso en esta España de 2010, aún siguen siendo más que dos.

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